
DIY: MIMA TU CUERO CABELLUDO
Además de todo lo anterior y ya más a nivel local, la adecuada nutrición de tus cabellos, depende enormemente de la buena irrigación sanguínea que tengan los folículos. Y sucede que el cuero cabelludo es el primer lugar donde acumulamos tensiones y el último donde pensamos que pueden estar. Como los tejidos se contraen sin darnos cuenta, el riego sanguíneo se ve ralentizado y la nutrición capilar se hace mucho menos eficiente de lo que podría ser. Ayúdale a fluir mejor con una o más de las siguientes propuestas.
- Cuando vengas, te enseñaremos a usar tus propias manos para favorecer la irrigación sanguínea de tu cuero cabelludo en casa, mientras aplicas tu champú favorito y sientes el delicado murmullo de su espuma. Sólo necesitarás hacer algo diferente: ponerle más consciencia y agregarle placer, al simple acto de lavarte el cabello.
- Antes de acostarte, peina tu cabello en seco, usando un peine ancho de madera, hueso u otro material que no acumule estática. Suavemente, pero que se sienta. Recorre con mucha atención y presencia toda la superficie craneal, haciendo contacto con ella desde la frente a la nuca, tantas veces como te resulte agradable.
- O, también antes de acostarte, hazte un par de rondas de fricciones circulares con mucha delicadeza, usando las yemas de tus dedos de ambas manos, sobre el cuero cabelludo en seco.
Luego fíjalas sobre el cráneo y dibuja círculos con lentitud y firmeza, arrastrando la piel con ellas. Repite cambiando la posición de tus yemas hasta cubrir toda la cabeza. Fácilmente notarás puntos donde hay mayor tensión acumulada y podrás liberarla, deteniéndote más tiempo en ellos. Recuerda prestar atención y ser consciente de todas las sensaciones que experimentes.